Por su rápida y sencilla preparación, por su larga duración y por su dulce sabor, el turrón, se ha convertido en uno de los ingredientes infaltables en las fiestas de navidad y año nuevo.
El turrón data del siglo XVII y es originario de España, desde donde se extendió a Italia, Francia y otros paises. Esta golosina fue tentando al mercado mundial y de su fórmula original surgieron infinidad de variedades. Los primeros que se prepararon era en base a almendras machacadas, azúcar y especias y otros en base a miel, nueces, avellanas, dátiles y pasas licoradas. Debido a su larga conservación, se lo puede adquirir durante todo el año. Por sus ingredientes y por la simpleza de su elaboración, resulta sumamente sencillo prepar los turrones en casa. Una vez armados y fríos, se los envuelve en papel celofán y se guardan en lugar seco, donde se conservan por largo tiempo en perfecto estado. El turrón también puede emplearse en la preparación de cremas, helados y bombones, utilizando cualquiera de las variedades: Alicante, Jijona, Nugat, Yema, Frutado. Bañados en chocolate y envueltos en papel dorado son la delicia de grandes y chicos.
En la elaboración de turrones caseros deben seguirse todas las instrucciones dadas, respetar las cantidades indicadas y los tiempos exactos de cocción para que el resultado sea óptimo. De esto depende su duración, ya que una perfecta cocción y elaboración, evitarán que el turrón se altere y fracase.