Aunque ingredientes de gran importancia, los copos de avena, los puerros y las papas no son los únicos que aparecen en este menú. Bien es verdad que si se propone impresionar a personas que no son vegetarianas con comida exótica y cara, no debe escoger esta cena, que es, sin embargo, un modo reconfortante de poner fin a un día frío, además de un ejemplo excelente de cocina económica al estilo vegetariano. Tampoco carece de interés —el pastel de tipperary, por ejemplo, es una sabrosa combinación de tvp y hortalizas con hojaldre, que intensifica el sabor del relleno.
El pan tostado con queso fundido (un plato típico galés) es un estupendo entrante. Las bebidas más indicadas para acompañar a este plato son la cerveza fuerte o la sidra. Otro plato que se puede usar como entrante o como plato principal es el colcannon. El colcannon es algo más que un simple plato irlandés de carne picada con patatas fritas y coles, y se puede variar preparándolo sin queso, empleando col rizada en lugar de repollo, o haciéndolo con leche o cebolletas. Normalmente se hace una gran torta de colcannon en una sartén, pero las tortas pequeñas resultan más fáciles de cocinar y servir.
Puede elegir entre el pastel de puerros y el pastel de tipperary. Los dos son platos fuertes, típicos del duro paisaje galés o de las zonas rurales irlandesas.
Las aportaciones escocesas a este menú son comidas baratas pero abundantes. El budín de copos de avena y zanahoria es sencillo de preparar y combina estupendamente con la salsa marrón para un día frío de invierno. Los huevos a la escocesa, con ingredientes vegetarianos, son deliciosos, pero prepararlos lleva mucho tiempo. No obstante, se pueden hacer con antelación.
El pan-kail es una receta válida para cualquier tipo de verduras, en especial para las espinacas congeladas. El purry de colinabo también es un modo excelente de preparar una verdura tan menospreciada, aunque se puede hacer igualmente con chirivías o nabos.
Hay muchas recetas irlandesas para cocinar las patatas. Algunas excelentes, como plato principal o aperitivo, combinan muy bien con el pan tostado con queso fundido. De todas ellas nos ocuparemos más adelante.
Si bien las bebidas típicas de los pueblos celtas son el whisky, la cerveza y el aguamiel, yo recomendaría un vino rosado espumoso o sidra.
Pero omitir el whisky no tendría sentido; por eso, el posset escocés, elaborado con este licor, es un postre ligero perfecto. En su lugar se pueden ofrecer copos de avena con queso, caerphilly y orkney, acompañados, por supuesto, de una copita de whisky.
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